El caprichoso aspecto del jinete atrae la curiosidad de los niños. Irresistible, ¡sólo tienen que probarlo! Gracias a las actividades sensoriales finas y de motricidad gruesa del Rider, la retención está asegurada: la densidad de actividades lúdicas en un espacio acogedor es evidente. Cuando los niños o los adultos empujan o tiran del Rider, éste puede girarse en diferentes direcciones. Así se entrenan los músculos principales y la conciencia espacial. También proporciona variedad en el juego. El asiento del centro también funciona como mesa, y el volante lo convierte en un vehículo, estimulando la imaginación de los niños.
Grupo de edad: +2 años
Área de seguridad: 18.1m²
Capacidad: 9
(EN) EN1176 – PLAY - CERTIFIED
La enorme ventana redondeada no sólo proporciona una gran vista al exterior, sino que también distorsiona el sonido de la voz, una gran atracción y función de causa y efecto, desarrollando el pensamiento lógico de los niños.
